sábado, 2 de marzo de 2013

TRES RAZONES PARA HACER DE LAS ENSALADAS TU PLATO PRINCIPAL



                  Si nombráramos bondades del reino vegetal, podríamos escribir, escribir y escribir. El reino vegetal ha sido creado por Dios para que no nos falte nutriente alguno, solo debemos descubrirlos en la nauraleza y aprovechar sus propiedades benéficas para prevenir enfermedades y curativas para restaurar o recuperar nuestra salud. 
Hoy solo nombraremos tres bondades para hacer de tus ensaladas la base de tu alimentacíon para que te sobre energía vital.

                          Depuran el organismo. La acción depurativa, desintoxicante y diurética de las ensaladas se debe al alto contenido de agua, la riqueza en potasio, al bajo aporte de sodio de los vegetales que las componen, así como a la presencia de aceites esenciales que dilatan los vasos renales. Comer ensaladas DIARIAMENTE contribuye a eliminar el exceso de líquidos y resulta beneficioso en caso de hipertensión, retención de líquidos y oliguria (producción escasa de orina). Al aumentar la producción de orina se eliminan, además de líquidos, sustancias de desecho disueltas como ácido úrico, urea, etc., y por ello, las ensaladas convienen en caso de hiperuricemia y gota, afecciones articulares o diversos reumatismos y a las personas con tendencia a formas cálculos renales. Los vegetales más diuréticos: apio, espárragos frescos, escarola, endibia, cebolla, hinojo ...

Protegen la piel y la previene de futuras arrugas. Los rayos solares, principales agresores para la piel y una de las causas del envejecimiento y del desarrollo de melanomas. A través de variadas ensaladas aportamos los nutrientes antioxidantes y reparadores básicos para mantener la piel en perfecto estado. Las hortalizas de llamativos colores (zanahoria, remolacha, pimientos, tomate, col lombarda, lechuga repollo colorado, tomates, berenjenas, camotes…) aportan un sinfín de nutrientes para que tu piel luzca radiante y protegida, como por ejemplo beta-caroteno que se transforma en vitamina A, que renueva la piel y las mucosas y vitamina C, que mejora la producción de colágeno, una proteína que mantiene la piel tersa y sin arrugas. Si se acompañan de aguacate o frutos secos y se condimentan con aceite de oliva virgen, se enriquece la ensalada en ácidos grasos insaturados, imprescindibles para mantener una piel estructurada e hidratada, y rica en vitamina E, que evita la aparición de manchas de envejecimiento.

Regulan la función intestinal. Por la riqueza en fibra de los vegetales, una ensalada resulta laxante, por lo que previenen o mejora el estreñimiento. Además, la fibra contribuye a reducir el colesterol en sangre y al buen control de la glucemia (niveles de azúcar en sangre), beneficioso en caso de hipercolesterolemia y diabetes. Ideal para enbarazadas, además por su aporte de ácido fólico, agua estructurada y oxígeno activo propio de la planta con vida. 

Si ya las incluyes en tu menú diario, felicitaciones! Si aún no te acostumbras a ellas, comienza al menos teniendo en cuanta pas ventajas y propiedades que obtienes al consumirlas, un ser humano educado en consciencia aprende por su propio bien, adopta luego un hábito y de esa manera puede hacer cambiar el mundo. Por su propio bien y de quien lo rodea.

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