sábado, 2 de marzo de 2013

PREVENIR EL CÁNCER ES VIVIR EN SALUD?




             Ganador del Premio Nobel,  Dr. Otto Warburg fue uno de los primeros científicos que demuestran la diferencia principal entre una célula normal y una célula cancerosa. Ambos obtienen energía de la glucosa, pero la célula normal utiliza oxígeno para combinar con la glucosa, mientras que la célula cancerosa metaboliza la glucosa sin el uso de oxígeno, produciendo sólo 1/15 de la energía por molécula de glucosa que produce la célula normal. Las células cancerosas opta por este método relativamente ineficaz e improductivo de obtención de energía, porque ya no tienen acceso al oxígeno.

                Los capilares encargados de suministrar oxígeno a un grupo de células o al tejido conectivo que rodea a dichas células puede estar gravemente congestionado con material de desechos peligrosos, las sustancias nocivas tales como aditivos alimentarios y productos químicos, proteínas excesivas, o descomposición de los desechos celulares, entre otros. Por lo tanto, son incapaces de proporcionar suficiente oxígeno y otros nutrientes.

                
Debido a este bloqueo de oxígeno y nutrientes, las células cancerosas tienen un apetito insaciable por el azúcar. Esto también podría explicar por qué las personas con ansias constantes de los alimentos azucarados tienen un riesgo más alto de desarrollar cáncer o por qué los pacientes con cáncer a menudo quieren comer grandes cantidades de azúcar y dulces.
                El principal producto de desecho resultante de la descomposición anaeróbica de la glucosa por las células cancerosas es el ácido láctico, lo que puede explicar por qué el cuerpo de un paciente de cáncer es tan ácido, en contraste con el cuerpo naturalmente alcalino de una persona sana.

                
Para hacer frente a los niveles peligrosamente altos de ácido láctico y de encontrar otra fuente de energía, el hígado vuelve a convertir parte del ácido láctico en glucosa. Al hacerlo, el hígado utiliza 1/5 de la energía por molécula de glucosa que una célula normal puede obtener de ella, pero que es tres veces la energía que una célula de cáncer  obtiene de ella. Para ayudar a alimentar a las células cancerosas, el cuerpo  incluso desarrolla nuevos vasos sanguíneos, canalizando más y más azúcar hacia ellos. Esto significa que cuanto más las células cancerosas dañadas se multiplican, menor será la energía disponible para las células normales, mayor para las células cancerosas, mayor el desgaste hepático y por lo tanto, las ansias de azúcar.
                En un cuerpo tóxico, las concentraciones de oxígeno y de energía tienden a ser muy bajos. Esto crea un ambiente donde el cáncer se propaga más fácilmente. A menos que las toxinas y el cáncer que da origen a este nuevo estadío, sean eliminados,  y los niveles de oxígeno se incrementen considerablemente; el metabolismo derroche asociado con el cáncer se convierte en auto-sostenible y el cáncer se extiende más allá.
               
                Si se produce la muerte no es causada por el cáncer en sí, podemos suponer,  que se debe a la atrofia de los tejidos del cuerpo y la acidosis final.

¿QUÉ ES LA ALCALINIDAD Y LA ACIDEZ?
Todo elemento de la naturaleza reacciona en forma ácida o alcalina, este resultado se mide a través de una escala llamada pH, cuyos valores se encuentran en un rango de 0 a 14, siendo el pH 7 un pH neutro.
Es importante saber cómo afectan la salud los alimentos ácidos y alcalinos, ya que para que tus células funcionen en forma correcta y adecuada su pH debe ser ligeramente alcalino. En una persona sana el pH de la sangre se encuentra entre 7,40 y 7,45.
Constantemente la sangre se encuentra autorregulándose para no caer en acidez metabólica, de esta forma garantiza el buen funcionamiento celular, optimizando el metabolismo. El organismo obtiene las bases para neutralizar la acidez de la sangre de la metabolización de los alimentos.


¿QUÉ RELACIÓN TIENE LA ACIDEZ Y LA ALCALINIDAD CON LOS ALIMENTOS?
La verdad mucho, ya que los alimentos al igual que aportan macro y micronutrientes necesarios para la vida, aportan la acidez y alcalinidad necesarios para vivir sanos.
Uno de lo minerales más importantes para neutralizar la acidez de la sangre es el CALCIO, es decir que si tu alimentación tiende a ser ácida, tu organismo sacará de tus huesos, dientes y tejidos el calcio suficiente para neutralizar esta acidez, por lo tanto te puede ocasionar una desmineralización que te puede llevar a sufrir problemas de salud como: osteoporosis, caries, uñas frágiles y quebradizas, anemia, debilidad, problemas digestivos, etc.
En este punto es donde se establece la disyuntiva entre la alimentación alcalina vs. alimentos acidificantes para lograr estar sanos.
Los alimentos provocan una reacción ácida o alcalina que se ve reflejada en el pH de la sangre, independiente del pH interno de cada alimento, por eso podemos clasificar a los alimentos de la siguiente manera:
 Alimentos que alcalinizan la sangre:
- El agua
- Frutas (naranja, banana, uva, cereza, pomelo, mango, sandía, limón, lima, etc.)
- Verduras (arvejas, espinaca, tomate, lechuga, calabaza, papas, repollo, brócoli, espárragos, batata, etc.)
- Semillas
- Clorofila de las plantas
- Cereales integrales
- Miel

• Alimentos que acidifican la sangre:
- Carnes (de vaca, langosta, pollo, cerdo, pescado,etc.)
- Lácteos (helado, queso, yogur comercial, etc.)
- Alimentos procesados, envasados/enlatados, cocinados
- Cereales refinados
- Azúcar blanca
- Sal refinada
- Harina refinada y todos sus derivados (productos de panadería, pastas, galletitas)
- Café
- Té
- Gaseosas
- Alcohol
- Cigarrillos
- Medicinas

Esto no quiere decir que destierres por completo estos alimentos de tu dieta, en absoluto, simplemente consúmelos con moderación.
Cuanta más información tengas sobre los alimentos ácidos y alcalinos y cómo afectan la salud, más podrás entender la importancia que la alimentación tiene en tu vida.
(Esto es un extracto del libro "El cáncer no es una enfermedad - Es un mecanismo de supervivencia" 
por Andreas Moritz)

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