¿Quien no ha oído hablar de las hierbas medicinales? ¿Quién no las ha tomado en alguna ocasión? Todos conocemos que las hierbas medicinales han prestado importantes y apreciados servicios a la humanidad, el uso y la valoración de las plantas medicinales han pasado por distintos episodios de aceptación, dependiendo de las creencias y mentalidad imperante entre la población. Una mirada a la evolución de los pueblos, a través de libros religiosos e históricos, da fe y constatan la realidad cambiante que las hierbas medicinales han tenido, hasta llegar a nosotros.
La globalización por un lado, el progreso científico y tecnológico por otro lado y el avance de la democracia entre los pueblos, han hecho evolucionar y cambiar muchas cosas en poco menos de cien años, y como no podía ser de otra manera, las hierbas medicinales también han tenido su metamorfosis particular.
Mi experiencia profesional de mas de cuarenta años en la medicina natural, me permite contarles que los primeros 75 años del siglo pasado, la fitoterapia ha sido menospreciada y hostigada por mentalidades sobrantes de vanidad, egocentrismo, e ignorancia, estando este posicionamiento mas presente entre las clases sociales cualificadas de occidente.
Esta situación empezó a cambiar con el movimiento hippy, el nacimiento del ecologismo, con la primera crisis del petróleo, y con los atentados terroristas a EEUU el 11 de septiembre del 2001, es entonces cuando en la población se despertó muy embrionariamente toda una corriente de transformación social que en la actualidad ha desembocado en un progresismo eco cívico, dentro del cual la medicina natural esta muy presente y activa, compartiendo espacio con la poderosa medicina alopática. No se les escapara apreciados lectores, que las hierbas medicinales se han tenido que adaptar a las necesidades cotidianas de los ciudadanos, necesidades que reflejan, la manera de como se quiere vivir.
Las hierbas medicinales no solo están en las formas conocidas del troceado y secado, hoy se pueden adquirir en formatos diversos gracias a la tecnología y la ciencia: como pueden ser en comprimidos, cápsulas, extractos, perlas, jabones, jarabes, parches, en diluciones homeopáticas y en composiciones energéticas. La variación de su presencia en los ciudadanos de todas las culturas es incontestable, natural y apreciada. Tal es la fuerza de su rol que incluso sectores que durante mucho tiempo han negado las cualidades intrínsecas de las hierbas medicinales, hoy, las usan tanto en lo individual como en lo profesional, reconociendo así su capacidad curativa y el servicio que dan a las personas.
La ciudadanía de este siglo XXI, es la que con su pertinaz demanda ha hecho posible la gran pujanza de las hierbas medicinales, pues responden a las dolencias de las personas, a la vez que crece de manera palpable la filosofía de vida que esta acorde con el progresismo eco civil que antes mencione. En oriente nunca han tenido dudas con las hierbas medicinales, ellas, están presentes en la vida de los ciudadanos, y en la actualidad comparten modernidad y globalización. No es una casualidad o un azar incomprensible que las hierbas medicinales sean un producto de uso cotidiano entre los ciudadanos de este mundo globalizado.
La ciudadanía de nuevo fuste, da tal importancia a preservar la naturaleza y, a conservar la salud, que los poderes financieros, de investigación y políticos tienen que cambiar su ADN, no basta tener mas cuotas de mercado, o mas dinero, si esto solo presta servicio a unos pocos. La ciudadanía emergente quiere que la economía, el conocimiento y la tecnología estén al servicio y en consonancia de cómo se interpreta la nueva forma de vivir, en especial en todo aquello que afecta a nuestro hábitat la tierra, a nuestra salud y a la nueva sociedad que se esta formando. Se deduce que las hierbas medicinales se han adaptado y están arraigadas a la nueva cuántica social.
"Hay que aprender de la naturaleza para saber de la vida"
La globalización por un lado, el progreso científico y tecnológico por otro lado y el avance de la democracia entre los pueblos, han hecho evolucionar y cambiar muchas cosas en poco menos de cien años, y como no podía ser de otra manera, las hierbas medicinales también han tenido su metamorfosis particular.
Mi experiencia profesional de mas de cuarenta años en la medicina natural, me permite contarles que los primeros 75 años del siglo pasado, la fitoterapia ha sido menospreciada y hostigada por mentalidades sobrantes de vanidad, egocentrismo, e ignorancia, estando este posicionamiento mas presente entre las clases sociales cualificadas de occidente.
Esta situación empezó a cambiar con el movimiento hippy, el nacimiento del ecologismo, con la primera crisis del petróleo, y con los atentados terroristas a EEUU el 11 de septiembre del 2001, es entonces cuando en la población se despertó muy embrionariamente toda una corriente de transformación social que en la actualidad ha desembocado en un progresismo eco cívico, dentro del cual la medicina natural esta muy presente y activa, compartiendo espacio con la poderosa medicina alopática. No se les escapara apreciados lectores, que las hierbas medicinales se han tenido que adaptar a las necesidades cotidianas de los ciudadanos, necesidades que reflejan, la manera de como se quiere vivir.
Las hierbas medicinales no solo están en las formas conocidas del troceado y secado, hoy se pueden adquirir en formatos diversos gracias a la tecnología y la ciencia: como pueden ser en comprimidos, cápsulas, extractos, perlas, jabones, jarabes, parches, en diluciones homeopáticas y en composiciones energéticas. La variación de su presencia en los ciudadanos de todas las culturas es incontestable, natural y apreciada. Tal es la fuerza de su rol que incluso sectores que durante mucho tiempo han negado las cualidades intrínsecas de las hierbas medicinales, hoy, las usan tanto en lo individual como en lo profesional, reconociendo así su capacidad curativa y el servicio que dan a las personas.
La ciudadanía de este siglo XXI, es la que con su pertinaz demanda ha hecho posible la gran pujanza de las hierbas medicinales, pues responden a las dolencias de las personas, a la vez que crece de manera palpable la filosofía de vida que esta acorde con el progresismo eco civil que antes mencione. En oriente nunca han tenido dudas con las hierbas medicinales, ellas, están presentes en la vida de los ciudadanos, y en la actualidad comparten modernidad y globalización. No es una casualidad o un azar incomprensible que las hierbas medicinales sean un producto de uso cotidiano entre los ciudadanos de este mundo globalizado.
La ciudadanía de nuevo fuste, da tal importancia a preservar la naturaleza y, a conservar la salud, que los poderes financieros, de investigación y políticos tienen que cambiar su ADN, no basta tener mas cuotas de mercado, o mas dinero, si esto solo presta servicio a unos pocos. La ciudadanía emergente quiere que la economía, el conocimiento y la tecnología estén al servicio y en consonancia de cómo se interpreta la nueva forma de vivir, en especial en todo aquello que afecta a nuestro hábitat la tierra, a nuestra salud y a la nueva sociedad que se esta formando. Se deduce que las hierbas medicinales se han adaptado y están arraigadas a la nueva cuántica social.
"Hay que aprender de la naturaleza para saber de la vida"
No hay comentarios:
Publicar un comentario